Cuidar en clave humanizadora tiene entre las referencias más importantes el despliegue de la actitud empática.
En estos últimos años está sucediendo que el concepto se populariza, se hace polisémico, a la vez que nuevos estudios llevan a profundizarlo.
Sabemos que el comportamiento empático tiene su base en las neuronas espejo, que se activan al ver el sufrimiento del otro. Sabemos que la empatía, en primera instancia, es espontánea, primitiva, irreflexiva, que tiende a un contagio emocional delicado en las relaciones de cuidado.
Pero la empatía terapéutica es una actitud, reflexiva, fruto del comportamiento proactivo, que transforma la relación de cuidado humanizándola, permitiendo captar con precisión lo que la otra persona piensa o siente, y responder así de manera comprensiva, sin juicio.
La empatía terapéutica es una forma de hospitalidad compasiva que impide el maltrato, la violencia, que modula la relación de manera profesionalmente saludable, sabiendo que tiene un coste, y por eso requiere un equilibrio en la gestión del fusionarse con el otro y conservando el propio espacio de identidad.
Un abrazo camiliano.
José Carlos Bermejo
Religioso Camilo y Presidente de la Fundación
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