Queridos compañeros, queridas compañeras:
Es tiempo de Navidad. Para todos. También para nosotros, quienes atravesamos el huracán del coronavirus en nuestras enfermerías religiosas, en nuestras familias, o en nosotros mismos. Es tiempo de acogida hospitalaria del Niño Jesús, que está cargado de Buena Noticia.
La historia ha mostrado que, quien ha decidido “acoger en su casa” a Jesús de Nazaret, ha tenido un motivo muy importante para ser más feliz, más solidario, más compasivo. Seguirle no nos vacuna del sufrimiento, ni nos previene de la muerte, ni nos quita la vulnerabilidad en todas las dimensiones de nuestra persona: física, mental, emocional, relacional, valórica, espiritual. Seguimos siendo frágiles y, en este sentido, humanos.
Pero “acoger a Jesús en nuestra casa”, en nuestra vida”, es un potencial humanizador impresionante. Se puede traducir en el referente más revolucionario e innovador en el cuidado cotidiano de las personas frágiles. Así fue para Camilo de Lelis, fundador de la Orden que ha dado origen a nuestra Fundación. Habitado por El, se hizo blando, tierno, seductor de muchos para una atención integral y sagradamente respetuosa de la dignidad de cada enfermo.
Os deseo, con mucho cariño Feliz Navidad, aún en medio de la rareza. Y, una vez más, os agradezco todo el bien que se genera en torno a esta red de cuidados humanizados que representa la Fundación. Felicidades también en vuestras familias y comunidades.
José Carlos Bermejo
Religioso Camilo y Presidente de la Fundación
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