Pasaremos el año 2016 celebrando en el contexto religioso lo que el Papa Francisco ha querido, convocándolo así: “el año de la misericordia”. Para nosotros es una oportunidad para reflexionar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos. La misericordia es esa inclinación del corazón ante el sufrimiento ajeno que tanto bien puede generar cuando se traduce en genuina compasión y cuidados adecuados a los demás.
Precisamente en nuestro servicio en las “Enfermerías religiosas”, lo que ponemos en práctica es un conjunto de lo que se conocen como “las obras de misericordia”: vestir al desnudo, dar de comer al hambriento, visitar al enfermo, consolar al afligido… En fin, la cotidianeidad de nuestro trabajo consiste en la práctica de las obras de misericordia. Un lenguaje tradicional y rabiosamente nuevo.
Así es: la ternura propia de la misericordia, será siempre actual, siempre nueva y estará siempre indicada, cualificando los servicios profesionales con esa característica propia de lo que también entendemos por cuidados humanizados.
Ojalá que la celebración de este año nos haga bien como trabajadores de la Fundación. Un abrazo.
José Carlo Bermejo
Presidente de la Fundación San Camilo
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