Queridos compañeros de la Fundación,
¡Os deseo salud en vuestras vidas y como trabajadores de la Fundación, al servicio de los mayores en la vida consagrada!
La salud es más que un buen funcionamiento silencioso de los órganos del cuerpo. Por ahí empieza. Pero la salud es más: es una tarea, es el resultado de una armonía en que entran en juego los pensamientos, las emociones, los valores, las creencias, las relaciones… En el modo como gestionamos este conjunto de dimensiones humanas, nos jugamos mayor o menor experiencia de salud.
Así, cuidar a quien está enfermo, débil por envejecimiento, dependiente para algunas actividades, se convierte en un desafío para lograr la mayor experiencia de salud posible, dentro de los límites que la naturaleza impone, que son visibles a nivel físico, pero también a nivel cognitivo. Envejecer nos presenta nuestra fragilidad en una de sus formas más visibles: la suma de lo físico y lo cognitivo.
¡Qué bien, si somos comprensivos ante esta dimensión frágil de las personas! ¡Qué bien si nuestra tarea se orienta a generar la mayor experiencia de salud posible, en todas sus dimensiones!
Os la deseo también para vosotras y vosotros: la salud en todos los rincones de vuestro ser, para vivir lo más gozosamente posible, lo más saludablemente posible.
José Carlos Bermejo
Religioso Camilo y Presidente de la Fundación
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